Gris y luminosa bienvenida de la mano de este atractivo y sencillo hall.
Para romper la escala de grises basta con habitar este espacio que cuenta con apenas un banco, una balda y un espejo, todos ellos en monocromía.
Son los objetos que con el día a día se van dejando de manera más o menos descuidada, los que le confieren color y carácter.
El romanticismo que añade la lámpara de estilo romántico junto con el colorista perchero de los Eames producen el contraste que finalmente atrae de este lugar.
¿Qué os parece?