El patchwork, las mezclas de estampados y texturas, y la coordinación de estas con una serie de colores, dan forma a un patrón que suele funcionar como atuendo perfecto en fondos o escenarios neutros. Es este el caso para un evocador dormitorio dedicado a niños. Con marcado aire vintage y caracterizado por una cierta frialdad que le aporta la forja blanca y la ausencia de mobiliario pesado. El colorido, en gama de grises, que predomina en los elementos permanentes subraya esta sobriedad, casi inapropiada para tratarse de un ambiente infantil, sobriedad que se diluye con la con la presencia de enseres y, como no, con algo que no falta en casi ninguna de las propuestas que selecciono, una cocinita de juguete.
Esta cama de hierro me tiene enamorada!!!! Una habitación preciosa!
ResponderEliminarSi, a mi me encantan las camitas de hierro ;-)
EliminarSimplemente perfecta.
ResponderEliminarLa cunita de juguete me ha robado el corazón
ResponderEliminarQue preciosidad!!!nos encanta...
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